Alguna vez tuitié que quizás el Time Line de Twitter era como una cinta transportadora y nuestros tuits volverían en algún momento. Pero hoy pensé en aquella frase: “cuanta fantasía necesitamos para aguantar tanta realidad” Hay tuits que no vuelven y así son las cosas. Los tiempos que nos corren son paradójicamente iguales en la mal llamada Vida Real. Esta línea continua es finita y nada vuelve.
No soy religioso, nunca lo fui. Veo a las religiones como grandes metáforas nunca entendidas (si, soy soberbio) y, bajo mi concepción, los cielos y los infiernos están en el imaginario colectivo. Es así que las buenas energías que contagiamos en vida nos inmortalizan en recuerdos positivos, en lágrimas de amor, en abrazos y compañías, cuando ya no estamos. Para los espíritus genuinos hay una revancha: el tiempo borra los malos recuerdos. Si eso no es el paraíso, no sé que mas esperar.
Y mierda si se nos fue un ángel, entonces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario