martes, 28 de febrero de 2012

Bicicletas con rueditas.

                                                                                  "por los rostros de los rostros de los rostros, amén"



En las antípodas de mi siendo encuentro seres completamente ajenos que me seducen al ridículo, me invitan al sarcasmo más burdo, a la pelea estéril. Los veo lamiéndose el culo vano entre si, sirviéndose de nuestros cigarros las pitadas más caras, musicalizando en orquesta como momias de yeso hueco los compases más absurdos mientras desde las tablas los aplauden los distraídos, los pocopeadores. Ya sea en el sigilo mas adormecedor o en el vocifero de los versos más trillados, se engalanan con nuestras creces las medallas que nosotros sin querer les colgamos porque a nosotros nos pertenecen. Rien risas de cabaret, viven vidas prestadas, comen sobre comido lo que no comen los demás, mienten sin gestos, huyen como lauchas con la cola entre los dientes. Nos dan palmaditas enemigas.
Y al otro lado de esta habitación infesta estamos los que dolemos dolores que nunca sentimos, vivimos como podemos sin tiempo para desandar el camino ajeno, los juzgados y prejuzgados y golpeados y subestimados. Los nunca peones de los peones de turno. Los buscadores que nunca encuentran. Los jodidos que no joden. Los realmente molestos. Los que aturden el juego con ruidos molestos. Los inconformistas errantes que a duras penas conforman por necesidad. Los que aprendieron el silencio torpe en la escuela de la amargura y gritan cloacales gritos como diamantes en bruto. Los nuncasalvesequienpueda. Los de la bici sin rueditas.

    

2 comentarios:

  1. "sirviéndose de nuestras cigarros las pitadas más caras" y "Los de la bici sin rueditas" Frases logradísimas.

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  2. "inconformistas errantes que a duras penas conforman por necesidad", de esos soy, mepa. Genial

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